He tenido la fortuna de conocer gente maravillosa al rededor del mundo, una de ellas sin lugar a dudas es Sara Donado.

Ni siquiera recuerdo bien como nos conocimos, lo que si recuerdo muy claramente es aquella tarde donde nos dedicamos a caminar por Bogotá y entramos a un café a hablar. Ese día conocí muchas cosas de Sara, curiosamente me encontraba al frente de una mujer muy bella, pero por encima de eso me llevé la sorpresa de estar sentada frente una mujer con una capacidad cerebral y artística de lo que normalmente se describiría como un genio.

Ese día al verla, un combo perfecto sin duda alguna, también me enteré del precio que ha pagado por su diferencia, por ser un unicornio en este mundo. Su belleza “parece” no estar a nivel de lo que se espera con su capacidad cerebral y por tanto no se pudo salvar del rechazo social.
Hablando con Sara entré en paz con muchas cosas de mi pasado, bien o mal nos han enseñado a reaccionar de forma proteccionista, agresiva ante lo desconocido o lo inesperado.

He notado que las personas que somos diferentes en todas las maneras tenemos una forma particular de vivir, o a lo mejor entendemos algo de la vida más naturalmente que los demás y por eso terminamos pintando obras maestras, componiendo música para dioses, escribiendo Best Sellers, construyendo superestructuras, descubriendo curas y llevando a la humanidad mucho mas allá.

Hoy entiendo que no podemos cambiar al mundo ni obligar a los demás a que nos acepten, pero si podemos seguir viviendo a nuestro ritmo y siempre con las manos y el corazón abiertos para que en el momento en que alguien decida acercarse a alguno de nosotros su vida cambie para siempre!